lunes, 31 de octubre de 2011

Ir en moto, primeros pasos

Hace menos de un mes que mi pareja decidió adquirir una moto. Llevaba dándole vueltas a la cabeza unos meses, "gasta menos gasolina que el coche y para trayectos por ciudad es estupenda, sobre todo para aparcar en zonas dónde no puedes hacerlo con un coche".

El problema es que nunca habíamos llevado moto ninguno de los dos, ni nos había llamado la atención e incluso nos daba miedo subirnos, pero vimos que en caso que no fuésemos a sacarle partido, podíamos revenderla sin perder dinero. Esto último me pareció curioso, ya que con los coches no pasa lo mismo, pero por lo visto actualmente hay mucha gente que quiere motos de hasta 125 (las que se pueden llevar con carnet de coche) y una vez en mercado se venden sin problema.

El primer día estaba bastante nerviosa, ya que me daba la sensación que mi pareja se caería en cualquier momento. Yo, como la mayoría de seres del universo, he ido en bicicleta en mi infancia y sé que lo difícil es tener equilibrio. Mi pareja nunca había ido en bici, si a eso le sumamos el peso de la moto (más de 120kg) y la propia inseguridad del momento, da un resultado aterrador.

El primer fin de semana que pudimos usar la moto, hacía buen día y aunque sabía que me daba respeto, quise usarla. Me pareció realmente fácil, ya que es de marchas automáticas y simplemente tienes que dar gas y frenar, así que a los dos minutos de usarla ya me atreví a montar a Sisco detrás mio. Los primeros días hacíamos trayectos cortos, en los que era yo la que llevaba la moto, porque no me fiaba demasiado de su forma de conducir. Era indeciso y se tambaleaba demasiado, haciéndomelo pasar realmente mal.

Así que decidimos que primero debía ser él quien se montase, la moto es suya, así que es él quien debe saber usarla a la perfección. Cuando llegaba del trabajo se daba vueltas solo y uno de esos días se vio convencido que sabría llevarme, así que, pese a que me daba miedo, decidí apoyarle y subirme con él.

Ese fue el primer día que subí en moto disfrutando del viaje. Como dicen en un capítulo de A dos metros bajo tierra, esa "sensación de volar en la tierra". Todo es distinto cuando vas en la moto, notas los olores, la brisa, la velocidad, el sol, el frío, todo.

Si me dicen hace diez años que me iba a subir en moto y iba a disfrutar, nunca me lo habría creído, pero por el momento estoy deseando que haga un gran día para decirle a mi novio "vamos a dar una vuelta que me apetece ir en moto".

2 comentarios:

Meeths dijo...

Eeeeh que no la llevaba tan mal :)
De cualquier modo, lo suyo es la práctica, y cuanto más la coges, más te gusta :D

sands dijo...

No la has llevado mal nunca, la has llevado inseguro :P pero como bien he dicho ahora me encanta que me pasees! jejeje