Ayer celebramos las bodas de oro de los abuelos de mi pareja. La preparación de la celebración fue sorpresa, y recayó principalmente sobre los seres más cercanos.
He de decir que esta semana estaba de los nervios y eso que yo no soy de las que ha tenido más responsabilidades, así que puedo imaginar los nervios de los que sí.
Siempre me ha gustado hacer preparativos para fiestas, cumpleaños y casos similares, así que este no podía ser diferente. Ayer, bien pronto, nos pusimos las pilas y fuimos hacia el local para terminar de decorarlo. A mi me tocó inflar globos y poco más pude hacer, ya que se echaba el tiempo encima y tenía que ir a casa para arreglarme, a por los "novios" y llevarlos a un sitio bonito para hacer de fotógrafa. Así que una vez terminada mi tarea, fui a casa, me preparé y sin tiempo alguno fuimos Cristina, Sisco y yo a por la pareja.
Los tres nos encargamos de llevar a los novios a una zona con encanto para así tener recuerdos de ese día, mientras todos los invitados llegaban al lugar del convite.
Fue muy divertido, la verdad es que llevar a personas mayores en un día como tal para hacer fotos, es similar a ir con niños revoltosos.
De vuelta los trajimos con los ojos tapados y hasta que no llegaron a la puerta fue así como estuvieron. Una vez dentro, la sorpresa fue única.
He de decir que esta semana estaba de los nervios y eso que yo no soy de las que ha tenido más responsabilidades, así que puedo imaginar los nervios de los que sí.
Siempre me ha gustado hacer preparativos para fiestas, cumpleaños y casos similares, así que este no podía ser diferente. Ayer, bien pronto, nos pusimos las pilas y fuimos hacia el local para terminar de decorarlo. A mi me tocó inflar globos y poco más pude hacer, ya que se echaba el tiempo encima y tenía que ir a casa para arreglarme, a por los "novios" y llevarlos a un sitio bonito para hacer de fotógrafa. Así que una vez terminada mi tarea, fui a casa, me preparé y sin tiempo alguno fuimos Cristina, Sisco y yo a por la pareja.
Los tres nos encargamos de llevar a los novios a una zona con encanto para así tener recuerdos de ese día, mientras todos los invitados llegaban al lugar del convite.
Fue muy divertido, la verdad es que llevar a personas mayores en un día como tal para hacer fotos, es similar a ir con niños revoltosos.
De vuelta los trajimos con los ojos tapados y hasta que no llegaron a la puerta fue así como estuvieron. Una vez dentro, la sorpresa fue única.
No hay comentarios:
Publicar un comentario