Para los que no sepáis de qué se trata, comentaros que es la alternativa natural para reducir y eliminar las durezas o callosidades de la piel mediante unos peces llamados Garra Rufa. También fomentan la regeneración de la piel a través de unas enzimas que rocían con una sustancia llamada anthracina.
Los Garra Rufa aportan una sensación de bienestar, además de estimularnos los puntos de acupuntura para así mejorar nuestra circulación sanguínea.
Existen diversos tipos de modelos SPA: pies, manos y cuerpo entero. El más conocido y que nosotros probamos fue el modelo para pies. El modelo de acuario que nos presentaron era exclusivo para una persona, de agua templada con 160 peces Garra Rufa. Por supuesto el agua estaba tratada con diversos mecanismos para oxigenarla y que cada uso fuese completamente higiénico.
El pez Garra Rufa, también conocido como Doctor Fish, es originario de las aguas termales del Kangal en Turquía, no mide más de 3-4 cm y no tiene dientes. Esto último es muy importante, porque se conocen casos en que se han usado otro tipo de peces para competir con los Garra Rufa, que no solamente carecen de efectos sanadores, sino que pueden llegar a dañar la epidermis de la piel.
Aunque no es la única, una de estas especies imitadoras es el pez asiático Chin-Chin, un pez puede llegar a ser muy peligroso pues a partir de sus dos centímetros de tamaño le crecen dientes y los utiliza para arrancar las células muertas, llevándose también células vivas y sanas.
Un aspecto que me gustaría remarcar es el lugar al que nosotros fuimos. La experiencia cambia según el trato que te ofrezcan y te muestren, pero a nosotros también nos importa mucho el trato que se le de a los animales. Hay que recordar que son seres vivos y por instinto comen sin parar. Digo esto, porque hemos visto lugares en los que explotan a estos peces. Lógicamente, si los maltratas tendrán una vida más corta de la que deberían, pero en lugares turísticos, entre otros, les sale más rentable explotarlos y reponer, que cuidarlos debidamente.
Es importante saber qué cuidados hay que darles, no sólo comen pieles muertas, también necesitan su alimento diario, pero sobre todo el hábitat dónde viven y sus merecidos descansos.
Si veis que el local dónde ofrecen este tipo de servicios no cumplen estos requisitos, no concertéis cita con ellos, porque de esa manera lo que haréis es que sigan maltratando animales, así que buscad un lugar dónde a parte de negocio, se tenga cuidado y respeto por la naturaleza.
La experiencia que vivimos en Pelopolys, una peluquería situada en Barcelona, fue muy agradable. Una vez nos atendieron, lavaron nuestros pies con agua y algún tipo de sales. La chica que nos atendió se aseguró que no llevase restos de esmalte en las uñas.
A continuación disfrutamos de 15 agradables minutos con los pies y parte de nuestras piernas sumergidas y rodeadas de estos simpáticos pececillos. La sensación era que un montón de micro burbujas envolvía nuestra piel, en ningún momento es doloroso ni molesto.
Una vez terminado, la chica procedió a secar y hacernos una pedicura con herramientas especializadas para ello. Seguidamente nos hizo un masaje en los pies con un producto de Matarrania y para finalizar, en mi caso, me pintó las uñas de los pies del color que más me agradó.
La sensación final, como diría mi pareja "parece que estoy andando sobre cojines". Muy recomendado, relajante y diferente. Una forma distinta de mimar nuestros pies, después del verano y antes de llevarlos encerrados hasta que vuelva el buen tiempo.
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