En esta entrada os hablaré de la segunda parte del regalo de cumpleaños, una cena en el restaurante Cheese's Art, situado en la calle Enrique Granados, 13 de Barcelona.
Mientras esperábamos los platos, nos trajeron un cuenco con olivas aliñadas. Me atrevería a decir que estaban bañadas en vino, realmente ricas.
Pedimos todo para compartir, primero una base de ensalada Cheeseʼs con 3 quesos gratinados con miel: Torta de Oveja, Cabra y Pont l'Évêque, del que no dejamos ni las migas.
De plato principal, también para compartir, pedimos una fondue elaborada como la Suiza (fondue con Emmental Suizo, Gruyère, Appenzell y vino blanco seco) pero dentro de un pan gallego con vino blanco y acompañado de jamón ibérico y dados de pan. Este plato, según la carta es mínimo para dos personas y máximo para tres. Pero bajo mi experiencia, diría que es mínimo cuatro y máximo seis, sobre todo si antes has pedido una ensalada o algún entrante.
Como detalle curioso, varios de los camareros nos preguntaron si queríamos que ellos nos cortasen el pan, para comerlo junto con el queso. No es la primera vez que comemos una fondue de ese estilo pero nunca nos habían preguntado eso.
De postre, pedimos tiramisú y sopa de chocolate blanco con bola de helado de frutos del bosque. A cual de los dos más exquisito.
Y para terminar los cafés, de aroma y sabor intenso.
Un lugar curioso y recomendado para todos aquellos que les gusten los quesos. También deciros que a parte de quesos tienen otros platos distintos e incluso hacen un curso de shushi para los más atrevidos.
Lo primero que nos llama la atención es "la mascota de la casa" y qué mejor animal que una pintoresca vaca. Una vez entramos en el recinto y ya situados en la mesa, observamos una decoración diferente, divertida, con gusto y cuidada. Los cuadros con pinturas fácilmente reconocibles, pero a su vez modificadas con motivos queseros, envuelven todo el local.
Mientras esperábamos los platos, nos trajeron un cuenco con olivas aliñadas. Me atrevería a decir que estaban bañadas en vino, realmente ricas.
Pedimos todo para compartir, primero una base de ensalada Cheeseʼs con 3 quesos gratinados con miel: Torta de Oveja, Cabra y Pont l'Évêque, del que no dejamos ni las migas.
De plato principal, también para compartir, pedimos una fondue elaborada como la Suiza (fondue con Emmental Suizo, Gruyère, Appenzell y vino blanco seco) pero dentro de un pan gallego con vino blanco y acompañado de jamón ibérico y dados de pan. Este plato, según la carta es mínimo para dos personas y máximo para tres. Pero bajo mi experiencia, diría que es mínimo cuatro y máximo seis, sobre todo si antes has pedido una ensalada o algún entrante.
Como detalle curioso, varios de los camareros nos preguntaron si queríamos que ellos nos cortasen el pan, para comerlo junto con el queso. No es la primera vez que comemos una fondue de ese estilo pero nunca nos habían preguntado eso.
De postre, pedimos tiramisú y sopa de chocolate blanco con bola de helado de frutos del bosque. A cual de los dos más exquisito.
Y para terminar los cafés, de aroma y sabor intenso.
Un lugar curioso y recomendado para todos aquellos que les gusten los quesos. También deciros que a parte de quesos tienen otros platos distintos e incluso hacen un curso de shushi para los más atrevidos.
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