Fue uno de los regalos que me hicieron mi hermano y su novia para mi cumpleaños y la experiencia fue muy agradable.
Se trata de una empresa a nivel familiar, compuesta por Rafaela Del Castillo y sus dos hijos Oscar Araiz y Cristina Araiz. Si unimos las siglas veremos que conforman el nombre de la empresa "ROC" y "Nature" hace referencia a las terapias que llevan a cabo.
En el centro podemos encontrar todo tipo de tratamientos como son los distintos tipos de masajes, depilaciones o belleza facial y corporal entre otros. Nosotros disfrutamos de una hora en el SPA.
Al llegar un chico nos atendió, imagino que sería Oscar, nos creó una ficha de cliente y nos acompañó a los vestuarios. Una vez cambiados nos enseñó el SPA y nos explicó cómo debíamos de hacer el circuito termal.
Primero, como en cualquier otro lugar, pasar por la ducha. A continuación 35 minutos de piscina de hidromasaje con cañón de agua y cascada. Fue realmente agradable, ya que los 10 primeros minutos estuvimos solos y pasado este tiempo sólo vino una pareja de señoras. Pude observar que cada 10 o 15 minutos aparecía una nueva pareja, cosa que me parece realmente idóneo para estar a gusto y sin exceso de individuos. Además el techo estaba lleno de lucecitas simulando un cielo estrellado. La piscina estaba compuesta por cinco chorros que daban en la espalda, un cañón de agua y una cascada.
Una vez pasado el tiempo en la piscina, tocaba darse otra ducha, secar un poco el exceso de agua y entrar en la sauna de vapor. No suelo aguantar muy bien las saunas, pero esta me gustó bastante. También he de decir que olía a eucalipto y la sensación era agradable. Aquí nos comentó que debíamos estar de uno a cinco minutos, salir a darnos una ducha bien fría y volver a entrar otros cinco minutos máximo.
El tercer paso fue el más "divertido", la ducha bitérmica. Todo el que me conozca sabe que me gustan los contrastes de frío-calor y que cuando he ido a algún SPA me he metido sin problemas en lugares de agua fría, pero cuando me metí bajo los chorros de esta ducha me quedé sin respiración. La gracia fue que había que repetir dos veces este paso, mi pareja prácticamente no aguantó la primera, pero yo sí lo hice.
Y finalmente, los bancos de piedra caliente. Había dos: uno que daba el calor sólo en la espalda, para personas con problemas circulatorios y otro que daba calor por todas partes. Había que ir con la toalla porque quemaba bastante.
Nos ofrecieron hacernos un masaje, pero no fuimos con intención de hacer nada más en ese instante, pero me parece buena idea que ofrezcan tratamientos que puedan complementarse.
Quien esté interesado que se pase por la web, ya que tienen bastantes ofertas que pueden interesaros.
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