En primer lugar os hablaré del restaurante Wok 158. Este es el típico wok chino que podemos encontrar en cualquier zona de Barcelona, sólo que este tiene ciertas particularidades que os voy a comentar.
Lo que me gustó especialmente es la zona de brasas. Me pareció algo super curioso. Hay una nevera con los productos preparados para cocinar, pinzas y todos los condimentos necesarios (sal, pimienta, aceite, etc).
Otro punto fuerte es el asador argentino. Te hacían la carne a tu gusto, pero también tenían carnes y verduras ya listas para comer.
A parte de esto mencionar que obviamente había wok, plancha, embutidos, ensaladas y los típicos platos que ya están listos para servir.
En cuanto a los postres, destacar una gran fuente de chocolate (fondue) dónde poder mojar la fruta, dulces o lo que quiera que nos queramos comer de postre.
El ambiente, bueno, esto no os lo puedo decir del todo exacto, puesto que yo fui un viernes por la noche y no había mucha gente, pero creo que como en todas partes, los sábados y domingos debe de ser un infierno meterse en un sitio de esos.
Además he de mencionar que estaba super limpio (tened en cuenta que estos lugares dónde la gente manipula todo, suelen ser más "marranos").
El precio ronda sobre los 15€ por persona, nos entra la bebida (primera consumición) y toda la comida que queramos comer.
En segundo lugar, otro restaurante situado en Terrassa, muy cerca del anterior, llamado Texturas.
De este destacar el menu (no tienen carta). No es muy extenso, cosa que me hace pensar que lo van variando cada X tiempo.
Mientras decidíamos qué pedir, nos pusieron unas patatas chips muy crujientes con un lijero sabor a curry y unas gotitas de miel.
Os dejo la foto para que podáis ver los platos que había.
De este restaurante os diré que es muy íntimo y tranquilo. Perfecto para ir con la pareja. A primera vista me llamó la atención las sillas, que parecen las típicas de terraza que hay en los bares, pero estaba muy equivocada, ya que eran realmente cómodas.
La cantidad de comida era generosa y elaborada. Recordaros que se trata de cocina de mercado. Muy sabroso y vistoso.
Sobre el precio, más caro que el anterior, pero nada muy exagerado. Muy justo en relación calidad precio. Además la chica que nos atendió era muy amable (pese a que una amiga no coincide conmigo en este aspecto) y nos invitó a unos chupitos de kiwi sin alcohol y otros de vodka con frambuesa.
Y para terminar os hablaré de un restaurante de cocina fusión, situado en Barcelona, su nombre es Wagaboo.
Este es el que, sin duda, más me llamó la atención de los tres. El lugar era espectacular. Era parecido a los lofts neoyorquinos.
Cuando llegamos, un chico muy amable nos tomó los datos y nos dijo que siguieramos a una chica hasta nuestra mesa. El restaurante se dividía en dos plantas, a nosotros nos tocó en la de arriba. A medida que subías las escaleras, veías la cocina y a sus respectivos cocineros preparando platos diversos.
Lo que me gustó fue la mesa que nos tocó, no me fijé si las demás eran iguales. El caso es que era alargada, perfecta para cuatro comensales, pero lo mejor era que estaba separado de las otras mesas por unas paredes forradas de un material blandito, que a su vez nos hacía de respaldo de nuestro sofá.
La comida era excelente. Nos pusieron una cesta con tres panecillos y dos sobres de palitos de pan. Los detalles muy cuidados en general, como por ejemplo los manteles individuales de cuero rojo o algún material similar.
Podéis ver la carta en la web. Sobre los precios, pues ya lo podéis ver también, pero bueno deciros que este si que es un pelín caro, no es de los que puedes ir todos los días (aunque entre semana hacen menús).
De este a parte de todo lo anterior, destacar que para los niños que consuman un menú infantil, al igual que en otros restaurantes, les regalan un juguete. Además de esto, todos los jueves hacen barra libre de mojitos para todos los que hayan cenado en el restaurante.
Lo que me gustó especialmente es la zona de brasas. Me pareció algo super curioso. Hay una nevera con los productos preparados para cocinar, pinzas y todos los condimentos necesarios (sal, pimienta, aceite, etc).
Otro punto fuerte es el asador argentino. Te hacían la carne a tu gusto, pero también tenían carnes y verduras ya listas para comer.
A parte de esto mencionar que obviamente había wok, plancha, embutidos, ensaladas y los típicos platos que ya están listos para servir.
En cuanto a los postres, destacar una gran fuente de chocolate (fondue) dónde poder mojar la fruta, dulces o lo que quiera que nos queramos comer de postre.
El ambiente, bueno, esto no os lo puedo decir del todo exacto, puesto que yo fui un viernes por la noche y no había mucha gente, pero creo que como en todas partes, los sábados y domingos debe de ser un infierno meterse en un sitio de esos.
Además he de mencionar que estaba super limpio (tened en cuenta que estos lugares dónde la gente manipula todo, suelen ser más "marranos").
El precio ronda sobre los 15€ por persona, nos entra la bebida (primera consumición) y toda la comida que queramos comer.
En segundo lugar, otro restaurante situado en Terrassa, muy cerca del anterior, llamado Texturas.
De este destacar el menu (no tienen carta). No es muy extenso, cosa que me hace pensar que lo van variando cada X tiempo.
Mientras decidíamos qué pedir, nos pusieron unas patatas chips muy crujientes con un lijero sabor a curry y unas gotitas de miel.
Os dejo la foto para que podáis ver los platos que había.
De este restaurante os diré que es muy íntimo y tranquilo. Perfecto para ir con la pareja. A primera vista me llamó la atención las sillas, que parecen las típicas de terraza que hay en los bares, pero estaba muy equivocada, ya que eran realmente cómodas.
La cantidad de comida era generosa y elaborada. Recordaros que se trata de cocina de mercado. Muy sabroso y vistoso.
Sobre el precio, más caro que el anterior, pero nada muy exagerado. Muy justo en relación calidad precio. Además la chica que nos atendió era muy amable (pese a que una amiga no coincide conmigo en este aspecto) y nos invitó a unos chupitos de kiwi sin alcohol y otros de vodka con frambuesa.
Y para terminar os hablaré de un restaurante de cocina fusión, situado en Barcelona, su nombre es Wagaboo.
Este es el que, sin duda, más me llamó la atención de los tres. El lugar era espectacular. Era parecido a los lofts neoyorquinos.
Cuando llegamos, un chico muy amable nos tomó los datos y nos dijo que siguieramos a una chica hasta nuestra mesa. El restaurante se dividía en dos plantas, a nosotros nos tocó en la de arriba. A medida que subías las escaleras, veías la cocina y a sus respectivos cocineros preparando platos diversos.
Lo que me gustó fue la mesa que nos tocó, no me fijé si las demás eran iguales. El caso es que era alargada, perfecta para cuatro comensales, pero lo mejor era que estaba separado de las otras mesas por unas paredes forradas de un material blandito, que a su vez nos hacía de respaldo de nuestro sofá.
La comida era excelente. Nos pusieron una cesta con tres panecillos y dos sobres de palitos de pan. Los detalles muy cuidados en general, como por ejemplo los manteles individuales de cuero rojo o algún material similar.
Podéis ver la carta en la web. Sobre los precios, pues ya lo podéis ver también, pero bueno deciros que este si que es un pelín caro, no es de los que puedes ir todos los días (aunque entre semana hacen menús).
De este a parte de todo lo anterior, destacar que para los niños que consuman un menú infantil, al igual que en otros restaurantes, les regalan un juguete. Además de esto, todos los jueves hacen barra libre de mojitos para todos los que hayan cenado en el restaurante.
2 comentarios:
Me encanta Wagaboo, no he estado en el de Barcelona, pero si en los de Madrid, he variado para comprobar si en todos tenian la misma calidad en la comida y el mismo trato de los camareros hacia nosotros, fuimos con niños que siempre parece que es un poco incomodo para ellos, pero nos trataron inmejorablemente y ademas les dieron un juguetito que les encanto. Volvemos seguro ¡¡¡ con niños incluidos !!!
No habia estado antes en wagaboo, me llevaron unos compañeros, desde luego me sorprendio. Buen trato, buena comida y sobre todo buen precio, pienso repetir.
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